Por el suelo
El COI determina que Jordan Chiles tiene que devolver su medalla para entregársela a Ana Barbosu.
Ya tenía media columna hecha, planteando la pregunta de si la gimnasia estaba lista para ser mainstream: recibir a otras personas que hoy son vistas como 4 year fans peyorativamente, facilitar el acceso sus reglamentos, transparentar las decisiones o abrazar las figuras más mediáticas como Simone y Rebeca. No me imaginé que la respuesta la iba a recibir ayer e iba a ser un contundente “no”.
Este es un repaso de lo que sucedió con la final de suelo y sus posteriores reclamos, además de los principales argumentos a favor o en contra de las diferentes posturas.
El día del torneo
En la final de suelo del pasado lunes, Ana Barbosu de Rumania compitió en el quinto lugar obteniendo un puntaje de 13.700 y hasta el momento llevando la plata por detrás de Rebeca. Más adelante, Sabrina Maneca-Voinea de Rumania obtuvo también 13.700, pero su nota E fue de 7.900 frente al 8.000 de Barbosu. Las reglas de desempate establecen que se desempata por nota E, por lo que Maneca-Voinea se colocó en el cuarto lugar por detrás de Rebeca, Simone y su compatriota.
No conformes con el puntaje, el equipo rumano decidió apelar el 5.900 de nota D, que en la qualy había sido de 6.200 y en la TF de 6.000. No está claro por qué reclamaron, pero Sabrina tiene en su serie un jetté con cambio 1/1, un Popa y un anillo unido a un tourjetté con 1/2, todos elementos riesgosos. De todas formas, el reclamo no cambió su nota y se confirmaba el podio hasta el momento: Rebeca, Simone y Ana Barbosu.
La última rutina de los Juegos sería la de Jordan Chiles, que había clasificado en el tercer lugar a la final. Cuando se anunció su nota de 13.666 que la dejaba en el quinto puesto, dos de las medallistas subieron al podio (de los aparatos, no de las medallas) a celebrar con sus banderas. El convencimiento de que el torneo había terminado era tal que Claro Sports fue a un corte y no mostró lo que pasó después: Cecile Landi, entrenadora de Simone y Jordan, ingresó un reclamo por la nota D y se lo dieron a favor.
Lo que siguió fue la escena más infame en la historia de la gimnasia reciente: Ana Barbosu con la bandera de Rumania sobre sus hombros, deteniendo el festejo de golpe, quedando congelada frente a la pantalla y llevándose las manos hacia el estómago. El estadio entero y millones de personas vieron en vivo y en directo cómo se le rompía el corazón en mil pedazos al darse cuenta que el reclamo de Chiles la subía a la tercera posición con 13.766 y le quitaba su hasta ese entonces bronce. Mientras tanto, Jordan corría por los pasillos y se abrazaba con su equipo festejando su medalla.
El torneo no daba descanso y escasos minutos después nos regalaron una de las postales de los Juegos de París: el primer podio de tres gimnastas negras en la historia y la medalla de oro tan esperada para Rebeca, reverenciada por sus compañeras medallistas. Lo que no sabíamos en ese momento es que tanto festejo iba a quedar opacado por los escritorios y se iba a convertir en el mayor desastre desde el potro de Sydney 2000.
Primer reclamo: la línea de Sabrina y el Gogean de Jordan
Ni bien pasó la ceremonia, circularon a la par en redes sociales la foto del podio y el video de Barbosu. Muchos usuarios se quejaron de la forma en la que se procedió, pero un post de X rompió los esquemas y acusó directamente a la FIG de descontarle erróneamente una neutral de 0.10 a Maneca-Voinea. Fue nada más y nada menos que Nadia Comaneci, una embanderada de la causa que luchó para que se le diera otro puntaje.
Con el video, sacado de una transmisión de NBC en prime time, Nadia quería demostrar que Sabrina no se salió en ninguna de las diagonales, aunque nadie sabe hasta hoy a ciencia cierta el por qué del 0.10. Las deducciones neutrales no se explican cuando se muestra la nota y pueden ser por varias razones, pero en este caso se acotan a línea o tiempo. Sí se pueden apelar y debe hacerse específicamente, como explica el usuario Pamchenkova en su post. Según lo reportado en varias entrevistas que Sabrina y su madre dieron a los medios, Rumania no lo hizo, pero tampoco recibió una explicación de la deducción. Ese 0,10 hubiese subido a Sabrina al tercer lugar.
En las redes también circularon videos de Jordan Chiles y su Gogean (tourjetté con giro completo) que en cámara lenta dejan en duda si terminó de rotar el giro o no. El panel D inicialmente no le dio el elemento, pero el Jurado Superior determinó que sí. La regla dice que los elementos de danza de tipo leap, hop o jump, entre los que se encuentra el tourjetté con giro, tienen que terminar dentro de los 30 grados. Es decir que tienen cierta tolerancia y no tienen por qué terminar exactos. Además, la posición de los hombros y de la cadera, no los pies, son las que definen cuánto giró la gimnasta. En la transmisión de Claro Sports lo pueden ver en el min 3:48:47: el hombro termina el giro y la cadera está al borde de los 30 grados. Realmente es dudoso.
Segundo reclamo: procedimiento irregular
La Federación de Gimnasia de Rumania presentó dos reclamos al TAS: uno junto con Ana Barbosu, diciendo que el reclamo de Chiles se realizó pasado el tiempo máximo reglamentario; otro junto a Sabrina Maneca-Voinea, diciendo que la deducción neutral no tiene fundamento. De fallar a favor, pedían que se reinstauraran los puntajes correctos y que las tres gimnastas recibieran un bronce.
El reclamo de una nota es primero verbal y luego por escrito. La gimnasta tiene tiempo de hacerlo hasta que se publique la nota de la siguiente o, en caso de ser la última, hasta un minuto pasada la publicación de su nota. Rumania denunció que Estados Unidos presentó el reclamo verbal un minuto y cuatro segundos después de la publicación de la nota, pasado el tiempo reglamentario. Ayer sábado, el TAS les dio la razón sobre el tiempo sin indicar cuánto fue exactamente lo excedido, pero reconociendo que el cambio de nota debe quedar sin efecto. En el fallo, instan a la FIG a que se haga cargo del ranking de acuerdo al puntaje de Chiles de 13.666. Todos los demás reclamos fueron desestimados. A este punto, el “Gogean/no Gogean” quedó atrás y el asunto se volvió más serio.
La FIG publicó en la misma jornada un comunicado confirmando el fallo del TAS y el cambio en el ranking. Los resultados oficiales en la web y el live scoring del torneo fueron modificados. Finalmente el COI determinó que Jordan debe devolver su medalla y que va a coordinar con los comités olímpicos para entregársela a Barbosu en una ceremonia acorde.
Varias gimnastas del equipo, exgimnastas como Aly Raisman y hasta gimnastas de otras selecciones como Sanne Wevers mostraron su descontento con la situación. USA Gymnastics respaldó a Jordan inmediatamente y hoy domingo presentaron un recurso frente al TAS, indicando que tienen prueba en video de que el reclamo se presentó en tiempo y forma.
Algunas conclusiones
Las tres gimnastas involucradas sufrieron acoso en las redes sociales, al punto de que Jordan Chiles se retiró temporalmente para cuidar de su salud mental. Cualquier discusión de pruebas de parte de oficiales o de gente allegada al caso, con autoridad o con peso para impulsar un cambio en los resultados, es en mi opinión poco ético y va en detrimento de la salud mental de las gimnastas porque se puede entender como una incitación. Frente a un clima en el que una de las tres gimnastas está recibiendo comentarios racistas y otra fue públicamente humillada con un festejo trunco en vivo y en directo, lo mejor es manejar los papeles en los escritorios.
Las y los jueces involucrados en la nota D de Chiles también están siendo criticados de forma injusta. La decisión original no es 100% equivocada y menos en tiempo real. Fue el Jurado Superior quien tomó la determinación de, frente a la duda, darle el elemento. Tampoco se puede decir que están 100% errados. La diferencia de notas finales es una cuestión de promedios (13.700 vs 13.666) y ya es hora de que frente a una diferencia menor a la mínima deducción que existe en la gimnasia, que es 0.10, se otorgue un empate. Es lisa y llanamente la apreciación del instrumento: nadie puede ver un error más chico que una décima.
Los paneles son compuestos por gente que se formó décadas para estar ahí, disponiendo de su propio tiempo personal para hacerlo: si bien el programa educativo de la FIG para el arbitraje ha mejorado muchísimo a partir de 2021, no se recibe entrenamiento por fuera de los talleres y cursos oficiales que se ofrecen, en su mayoría online. Pueden haber errores e incluso alguien que no actúe de forma correcta, pero no es lo normal en la gimnasia artística como sí lo es en otras disciplinas. Las y los jueces arbitran casi sin descanso jornadas extremadamente largas en la clasificación de los Mundiales y Juegos para apenas 48 horas después arbitrar una final. Los paneles están ubicados en una tribuna lejos del aparato, lo que a simple vista no parece favorecer la toma de decisiones. Las personas que arbitran línea también están alejadas del aparato y arbitran a través de un monitor. Eso posiblemente explique los errores que se detectaron en las deducciones neutrales en las distintas fases de competencia.
A esta altura, ya no está claro si el tiempo reglamentario se cumplió o no, pero poco importa: hay una gimnasta que volvió a su país mostrando su medalla y ahora le piden que la devuelva por algo que no depende directamente de ella. Hemos avanzado tanto en promover un ambiente sano, que ponga a la gimnasta en el centro y no a las medallas, que esta decisión parece contraintuitiva. Frente a la opción que propuso Rumania de entregar tres bronces, que según Gymcastic ya había sido acordada con Estados Unidos, ¿por qué los tres organismos no pueden llegar a un acuerdo?
Después de años oscuros, parecía que finalmente estábamos viendo la luz: la salvaguarda y la seguridad en el deporte siendo reconocidas en los Mundiales, la salud mental en los titulares de los diarios, hasta un golden retriever terapéutico en los Olympic Trials. De verdad estábamos impulsando un cambio, lento y desde afuera hacia adentro, pero estaba sucediendo. Al parecer no llegamos a la velocidad suficiente. No quisiera que un Juego donde tuvimos la batalla más épica del all-around en décadas, un oro histórico para Algeria y la medallista olímpica más grande de Brasil termine siendo recordado por un escándalo reglamentario. Las gimnastas no se lo merecen. La gimnasia tal vez sí.